Resiembras reiteradas con ryegrass ocasionan pérdida de bermuda
Por Pat Gross.
El verano es el momento más duro del año para aquellas canchas que resiembran sus fairways y sus roughs de bermuda en invierno. La transición entre el ryegrass perenne resembrado y la bermuda no siempre ocurre con tanta fluidez como los golfistas esperarían. El clima cálido y húmedo del verano acelera el declive del ryegrass perenne. En adición al calor, hay una suma de factores que debilitan al césped resembrado, incluyendo:
- Enfermedades fúngicas, tales como summer patch, rapid blight, anthracnose, southern blight y gray leaf spot.
- Infestaciones de varias especies de gusanos blancos.
- Salinidad elevada del suelo.
- Estrés causado por sequía.
Con cada año de resiembra, lo típico es experimentar un declive de un 10% en la cantidad de base de bermuda. Eventualmente, tras varios años consecutivos de resiembra, es probable que se vea muy poca bermuda restante, resultando en sectores sin césped, cuando el ryegrass perenne resembrado comienza a declinar en el verano. La solución adecuada para la mayoría de las canchas de golf es restablecer áreas previamente resembradas con variedades mejoradas de bermudagrass, y dejar de lado la práctica de la resiembra de invierno.
Las investigaciones financiadas por la USGA están en camino en la University of California, Riverside, orientadas hacia el desarrollo de variedades de bermudagrass que retengan el color en el invierno. Una mejora en la retención de color en invierno podría eliminar el deseo de resembrar la bermuda durante ese período. Un reporte del progreso en las investigaciones será presentado en el próximo University of California Cooperative Extension Turfgrass and Landscape Reseach Field Day, el jueves 14 de Septiembre. Regístrese para el evento con anticipación online.
Pat Gross es Regional Director de la Región Oeste de la USGA Green Section.
El presente artículo fue aportado a TGMdigital por la USGA y extraído de su página web.
