Editorial

Iniciamos este número de TGMdigital con un artículo sumamente interesante respecto del uso de los rastrillos en los campos de golf. Sabemos que originariamente y hasta hace algunos años no se dejaban rastrillos en los bunkers para que los socios los pudieran rastrillar. Luego de sacar la pelota del búnker, el jugador solía rastrillar las huellas con el palo y con el pie, tratando de dejar la superficie lo más parecida a lo que la había encontrado. En los tiempos modernos, aparecieron los rastrillos, casi como un mal imprescindible. En mi opinión, el ejemplo de Inwood Country Club es digno de imitar.
Y en nuestro segundo artículo la empresa Tru-Turf presenta sus cabezales para el rolado de fairways y campos deportivos, que ayudan a mejorar la presentación del campo.
¡Hasta la próxima!
Ing. Agr. Ricardo de Udaeta.
Editor, Revista TGMdigital y TGMdigital.com.