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Cuando el verano llega con todo

Por David Oatis

El verano es el momento del año en el que el impacto de los percances y errores puede magnificarse. Solo a modo de ejemplo, si en primavera un aspersor se traba en un área específica y acaba por inundarla, puede no causarle un problema significativo. Sin embargo, si un aspersor se traba en pleno verano, cuando las temperaturas son más altas, el césped inundado puede marchitarse, escaldarse o contraer una enfermedad – y cualquiera de esas situaciones puede llevar a la muerte del césped, a una mala calidad de juego y a requerir un programa de recuperación.

Hay muchos factores que se encuentran lejos de nuestro control, por lo cual la clave está en controlar los problemas que podamos, para evitar generarlos nosotros mismos. A continuación, algunos consejos para el éxito en este verano:

Supervise al personal que realiza el riego a mano

En la mayoría de las canchas se riega manualmente durante períodos de estrés, con el fin de incrementar la precisión y evitar los excesos en el riego. Sin embargo, algunos miembros del personal cuentan con la habilidad única de usar más agua con la misma manguera que otros. El exceso de agua suele ocasionar más problemas que su falta.

Asegúrese de que el personal sepa cuándo es apropiado el riego y cuándo no. El agua por sí misma no permite enfriar el césped lo suficiente ni por mucho tiempo. Agregar más humedad cuando ésta ya de por sí es elevada es como agregar gasolina a un incendio, más aún si hay poca circulación de aire.

No olvide los ventiladores

Los ventiladores pueden bajar la temperatura en 6-8 grados Fahrenheit o más. Esto puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte cuando las temperaturas del suelo son extremas. Los ventiladores especialmente diseñados para putting greens pueden hacer maravillas, pero deben ser ajustados para que su oscilación se contenga dentro de los márgenes del green, maximizando su tiempo sobre el césped. Incluso, en casos de emergencia, se puede hacer uso de ventiladores comunes o sopladoras. De todos modos, recuerde que los ventiladores que no oscilan su dirección deben ser movidos con regularidad.

De un paso atrás con las prácticas de mantenimiento que ocasionan stress

Si su césped se encuentra en condiciones de estrés extremo, debe determinar dónde y cuánto reducirá el ritmo de las actividades de mantenimiento que ocasionan stress. Las respuestas sensatas ante niveles de estrés incrementados le ayudarán a mantener una jugabilidad razonable, manteniendo al mismo tiempo la salud del césped. Por ejemplo:

  • Posponga las aplicaciones de topdressing hasta el retorno de un clima favorable. Además, saltee todo tipo de trabajo cultural, al menos que un exceso de lluvia genere condiciones anaeróbicas en el suelo. Incluso una ligera operación de venteo puede dañar a un césped debilitado.
  • Cambie a rodillos sólidos en vez de acanalados si utiliza máquinas de corte agresivas.
  • Eleve las alturas de corte. Incluso un incremento pequeño, de 0,005-0,010 pulgadas, será de ayuda. Tenga en mente que las alturas de corte comunes en un putting green rondan el grosor de dos monedas de 10 centavos, por lo que un incremento de 0,5-1% no es tanto, y no impactará significativamente en el juego.
  • Alterne entre corte y rolado. Asegúrese de que el personal evite el corte o rolado en áreas de césped débil, como lo son el perímetro de los greens. A medida que el nivel de estrés aumenta, evite tanto el corte como el rolado.
  • Ajuste los intervalos de aplicación de reguladores de crecimiento en base a su tasa de metabolización, y determine si las dosis de aplicación deberían ser ajustadas. La GreenKeeper app es una herramienta útil para la determinación de los intervalos de aplicación de los reguladores de crecimiento.

Si el césped se ralea, considere replantar las áreas afectadas

A medida que el césped se ralea, las alturas de corte se ven reducidas, dado que se cuenta con un menor espesor de césped para soportar la máquina de corte. Plantar tapas o tarugos de 3 o 4,25 pulgadas, espaciados por un par de pulgadas, puede contribuir a mantener la altura deseada, protegiendo así el césped dañado. Idealmente, también el césped de los tarugos se expandirá.

Los meses estresantes de verano marcan un período en el que hacer demás puede causar más problemas que hacer de menos. La discreción es el mejor camino en este momento del año; saber cuándo desacelerar es un arte y una ciencia. En última instancia, las decisiones deberían ser evaluadas en base a los riesgos y recompensas potenciales. Mantener la velocidad de greens unas pulgadas más rápidas es un riesgo en ciertos momentos del año. Tomarlo ahora puede llevar a un césped dañado, condiciones de juego empobrecidas y un período de recuperación extenso.

David Oatis es Regional Director de la Northeast Region de la USGA Green Section.

El presente artículo fue aportado a TGMdigital por la USGA, y extraído de su página web.

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