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Colabore: carros en el camino

Los carros de golf se han convertido en una parte íntegra del juego; incrementan la accesibilidad de las canchas de golf, y proveen una fuente de ingreso adicional para los establecimientos. Dada la popularidad de los carros de golf, los clubes utilizan una combinación de carteles, postes y sogas para controlar el tráfico y prevenir cualquier daño. En áreas de mucho tráfico, o durante períodos de alta humedad, calor o sequía, puede también ser necesario restringir el tránsito de carros a sus caminos, para prevenir una amplificación del daño del césped.

Con todos los espacios abiertos en una cancha de golf, puede ser sorprendente ver cuan seguido los golfistas manejan sus carros por exactamente los mismos lugares. Estos patrones de tráfico consistentes pueden causar serios daños al césped. Casi todas las canchas de golf tienen unos pocos espacios que sufren un desgaste de su césped, ocasionado por el hecho de que prácticamente todo el tráfico de los carros de golf circula por los mismos lugares. Es a causa de ello que, frecuentemente, se requiere de restricciones temporales para los carros, simplemente para darle al césped un descanso del excesivo tránsito.

El tráfico de los carros de golf no es compatible con condiciones de saturación de humedad en el suelo. Pueden deslizarse y patinar cuando las condiciones son húmedas, causando un significativo daño al césped. La compactación del suelo es una preocupación siempre que los vehículos son manejados en el césped, pero los efectos del tráfico de los vehículos se adicionan cuando el suelo está excesivamente húmedo. Suelos blandos, combinados con ruedas angostas de los carros de golf, generarán una preocupación aún mayor por las marcas profundas que dejarán. No solo afectará esto la apariencia y la jugabilidad de una cancha de golf, sino que el proceso de reparación consume valioso tiempo y trabajo, que podría ser concentrado en otras áreas del campo.

La necesidad de restricciones a los carros durante un calor y sequía extremos puede no ser muy bien comprendida por los golfistas; sin embargo, el daño causado por el tráfico de los carros durante estas condiciones puede ser igualmente devastador que durante condiciones de extrema humedad. Reparar daños causados por los carros durante unas condiciones extremadamente cálidas o secas puede ser un proceso lento, y puede requerir siembra o panes de césped para conseguir una recuperación completa. De nuevo, este trabajo podría enfocarse en el mantenimiento de otras áreas de la cancha de golf.

Mejorar el drenaje en áreas húmedas, o remover árboles para incrementar la luz solar y el movimiento del aire, puede ayudar a permitir circular nuevamente a los carros en la cancha en menos tiempo luego de una lluvia, pero, en última instancia, la duración de las restricciones a los carros de golf está en manos de la Madre Naturaleza. El bloqueo de la luz solar en días nublados y una alta humedad prolongarán las condiciones de suelos saturados mientras que un cielo despejado, viento abundante y baja humedad contribuirán al cese de las restricciones a los carros. Cuando los carros son prohibidos debido a sequía y a un calor excesivo, un alivio en forma de lluvia y temperaturas más bajas es necesario antes de que las restricciones a los carros sean eliminadas.

Cualquier tipo de tráfico, ya sea en forma de carros de golf o de equipos de mantenimiento, ocasionan al césped un desgaste cuando es concentrado. Los golfistas pueden ayudar a reducir el daño causado por el tráfico de los carros siguiendo las señalizaciones, evitando áreas desgastadas, y tomando rutas únicas cuando los carros tienen permitido abandonar sus caminos. Manejar donde el césped se vea más verde puede parecer contradictorio, pero la dispersión del tráfico en un área mayor contribuirá a mantener un césped saludable.

El presente artículo fue aportado a TGMdigital por la USGA, y extraído de su página web.

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