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El impacto de la calidad del agua en el rendimiento de pesticidas

El pequeño factor que hace una gran diferencia

Por Purdue University.

Ya que el agua es normalmente el vehículo utilizado para llevar los plaguicidas hasta el objetivo, debería ser considerada la base del proceso de aplicación. Ya sea el agua de un pozo o de un lago, río, o laguna, puede ser el factor decisivo entre un rendimiento inefectivo u óptimo del producto.

Turbidez. Los pesticidas orgánicos suspendidos y positivamente cargados son atraídos a, y se enlazan con, partículas negativamente cargadas encontradas en el agua. Algunos productos (por ejemplo glifosato) se enlazan a sedimentos suspendidos, haciéndolos no aptos para el consumo de las plantas. Una compañía afirma: “El rendimiento del producto puede ser significativamente reducido si el agua que se utiliza como carrier contiene sedimentos de suelo. No mezcle este producto con agua de lagunas o zanjas que están claramente embarradas o turbias.”

Dureza del agua. La dureza del agua puede afectar negativamente a algunos pesticidas. Así como en los imanes, las cargas opuestas se atraen: moléculas de pesticida cargadas negativamente adhieren a las moléculas de hierro, calcio y magnesio cargadas positivamente (cationes) en aguas duras. La unión de los pesticidas con estos minerales crea moléculas que no pueden penetrar la plaga objetivo, o que entran a un ritmo mucho más lento, o que se precipitan fuera de la solución.

Los siguientes cationes, cuando están presentes en el agua, pueden causar problemas y pueden contribuir a la dureza del agua. Están listados en orden de mayor potencial para unirse a pesticidas:

  • aluminio (A1+++)
  • hierro (Fe+++, Fe++)
  • magnesio (MG++)
  • calcio (Ca++)
  • sodio (Na+)

Las características químicas del pesticida cambian una vez que el pesticida se recombina con los iones cargados positivamente, tales como calcio o magnesio. Una marca de pesticidas indica que un acondicionador de agua “…puede incrementar el rendimiento de este producto en céspedes anuales y perennes, particularmente bajo condiciones de aguas duras.”

En un sentido, cuanto más cantidad de pesticida está unido a minerales, más “diluido” pasa a ser el producto en el tanque. En algunos casos, la molécula químicamente alterada puede no disolverse en agua, no penetrar el tejido de hojas, no adherirse al sitio de actividad en el parásito para interrumpir funciones biológicas, o bien no rendir como pesticida.

Estos efectos no son limitados al ambiente dentro del tanque de aspersión, sino que se extienden en la solución aplicada a la superficie de la hoja, lo cual puede afectar la recepción del producto.

La botella a la izquierda (en cada foto) contiene agua destilada con cero dureza; la botella a la derecha contiene agua dura. Un material que imita al glifosato es añadido a ambas botellas de agua. Note que el agua a la izquierda permanece clara, indicando que el producto añadido está en solución. El agua a la derecha se ve turbia, indicando que el calcio se ha enlazado al imitador de glifosato.

La botella a la izquierda (en cada foto) contiene agua destilada con cero dureza; la botella a la derecha contiene agua dura. Un material que imita al glifosato es añadido a ambas botellas de agua. Note que el agua a la izquierda permanece clara, indicando que el producto añadido está en solución. El agua a la derecha se ve turbia, indicando que el calcio se ha enlazado al imitador de glifosato.

pH del agua. Los pesticidas son normalmente formulados como ácidos débiles o productos neutros a débilmente alcalinos. Como regla general, herbicidas, insecticidas y fungicidas rinden mejor en agua ligeramente ácida, pH 4-6.5. Pesticidas tales como herbicidas a base de sulfonilurea rinden mejor en agua que es ligeramente alcalina (por encima de pH 7). Cuando el pH del agua cae por fuera del límite superior o inferior, el rendimiento del producto puede verse comprometido. En algunos casos, el pesticida puede no disolverse correctamente.

El pH de la solución también puede influenciar cuánto tiempo una molécula de pesticida permanece intacta. Un pH más alto o más bajo que el óptimo puede ocasionar que algunos pesticidas se comiencen a degradar o a “hidrolizarse”. Cuando un pesticida débilmente ácido es colocado en agua que es débilmente ácida, permanece intacto en gran parte. Determinados insecticidas y fungicidas han sido demostrados de quebrarse en agua alcalina, y el efecto del pH usualmente procede más rápido a medida que la temperatura del agua aumenta.

Muchos productos tienen carga eléctrica débil. El pH también puede cambiar la carga química de una molécula de pesticida, limitando su viabilidad para penetrar la cutícula de la hoja y alcanzar el sitio de acción, por ende reduciendo su eficacia.

Créditos:
Fred Whitford, Coordinator, Purdue Pesticide Programs
Donald Penner, Weed Scientist, Michigan State University
Bill Johnson, Weed Scientist, Purdue University
Larry Bledsoe, Entomologist, Purdue University
Norm Wagoner, Business Development Specialist, Agrilead, Inc.
John Garr, President, Garrco Products, Inc.
Kiersten Wise, Plant Pathologist, Purdue University
John Obermeyer, Integrated Pest Management Specialist, Purdue University
Arlene Blessing, Editor and Designer, Purdue Pesticide Programs

El presente artículo ha sido aportado a Revista TGMdigital por la Purdue Education Store y traducido de su manual Water Quality Pesticide Performance.

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