¿Los retrasos por heladas son cosa del pasado en los fairways de bermuda sin resiembra?

Por Brian Whitlark, Regional Director, West Region, USGA Green Section.
En muchas partes del sudoeste de USA, los campos pueden gastar un millón de dólares o más en su factura anual de agua y no es raro que los organismos reguladores impongan restricciones de agua del 40% o más, dependiendo de los problemas de almacenamiento de agua y de la ubicación. En respuesta a estos retos, algunos campos de golf se han visto obligados a tomar decisiones difíciles sobre el uso del agua. Renunciar a la resiembra es una forma segura de ahorrar agua sin aumentar los costos ni someterse a una costosa renovación del campo. A medida que aumenta el número de campos que renuncian a la resiembra, se plantea la cuestión del tráfico de golfistas y carritos durante los meses de invierno. En concreto, ¿deberían los campos imponer retrasos por heladas en los fairways no resembrados?
La respuesta a esta pregunta es más complicada de lo que parece. Los golfistas pueden pensar: «Es bermudagrass latente, qué más da, ¡vamos a jugar al golf!». Hasta cierto punto, esa percepción es correcta. Cuando el césped bermuda está latente, el tráfico de carritos de golf durante las heladas probablemente no causará más daños que en condiciones sin heladas. Sin embargo, si el césped bermuda no está completamente latente, ¿causarán más daños los carritos de golf durante una mañana helada? Tal vez, pero la diferencia será mínima.
Teniendo esto en cuenta, volvamos a la pregunta original: ¿Deben los campos sin resiembra retrasar el juego debido a las heladas? Todo tráfico concentrado de golfistas o de mantenimiento dañará el césped bermuda, especialmente durante el otoño, el invierno y el principio de la primavera, cuando el césped bermuda crece lentamente, si es que lo hace. Por lo tanto, restringir los carros de golf a los caminos o al rough ayudará a preservar el bermudagrass en los fairways. Si los campos pueden retener el tráfico durante las heladas, el daño global será menor. Además, una helada fuerte puede provocar condiciones resbaladizas, y recorrer el campo a pie o en carrito puede resultar difícil e incluso peligroso. Imponer retrasos por heladas es una política beneficiosa para el acondicionamiento de los campos de golf y también más segura para los golfistas.
Sin embargo, para algunos campos, la posible pérdida de ingresos por retrasar el juego o limitar el acceso de los carritos de golf puede superar los beneficios en las condiciones del campo por aplicar retrasos por heladas. Cada campo puede manejar la situación de forma diferente. En una reciente encuesta informal de campos que no resiembran los fairways, algunos dan prioridad a llenar la planilla de salida y no imponen ningún tipo de retraso en la salida cuando hay heladas, mientras que otros siguen aplicando una política de retraso por heladas como hacían cuando resembraban. Algunos utilizan un enfoque híbrido, sin restricciones para los golfistas a pie y con los carritos restringidos a los roughs cuando hay heladas. En otro ejemplo, si el retraso por helada es superior a una hora, el campo implementará una salida «cañonazo» para los primeros hoyos una vez que se levante la helada.
El mensaje general es que cualquier tipo de tráfico concentrado sobre bermuda de crecimiento lento o latente causará daños y no habrá una recuperación significativa hasta principios de la primavera, cuando la duración del día y las temperaturas del suelo aumenten. Dependerá de cada campo sopesar las consecuencias del tráfico sobre la bermuda sin resiembra frente a la importancia de rellenar la planilla de salida del tee.
TGMdigital agradece a USGA Green Section Record por el aporte de este artículo.


